Ser español y en el paro
no me parece tan raro,
por eso pesco la mona
con whisky del mercadona.
Lloré frente al Ballantines
con impotencia y hastío,
cogí indignado y sombrío
el de hacendado, y marché.
Pasé por caja y pagué
con un gesto de despecho,
y los dientes apreté
ahogando un grito en el pecho.
¡Maldito seas, Rajoy!,
¡y maldito Zapatero!,
mi alma defenestrada
por un whisky “baratero”.
¡Las zapatillas “snike”!
¡el sopicaldo del Día!,
¡mil ilusiones frustradas
en ésta crisis impía!.
¡Que lo griten los arcángeles!,
¡que lo cante Lady Gaga!,
¡que a mi abuela, probetica
No le llega con la paga!.
Quiero llorar, mas no puedo,
quiero rascarme, pues pica,
ésta crisis, que cual sarna
acosa a España y la irrita.
Nunca está de más un poco de sentido del humor en éstos malos tiempos que corren; pues, ¿qué se puede hacer, aparte de protestar e indignarse, si no es intentar mantener la esperanza y una sonrisa?.
Con que un sólo lector haya sonreído, me siento agradecido. Abrazos y ánimos a todos.