lunes, 14 de octubre de 2013

MOMENTO


Que te me fuiste, momento,
y que no me cabe duda,
que me dejaste, a solas...
con el recuerdo que aún dura…
Que te marchaste callado
sin despedirte de mí,
cuando de ti yo era el alma
que a ti, momento, te dí.



Y que te has multiplicado
por millones de ejemplares,
tantos momentos, tantos,
en tantísimos lugares…
En los sitios pequeñitos
y en grandísimos solares,
habitaciones en sombras
y tranquilos encinares.



Que te has marchado, momento,
porque siempre ocurre así,
enamorado del tiempo
y encaprichado de mí…
Con la carne de fantasma
que disfruté en la ocasión,
me alimento del recuerdo
que de tu instante nació.



Y que te has desvanecido,
pero no completamente,
y que te llevo conmigo
en cada tiempo presente…
Que te sigues escapando
cuando vuelves a llegar,
que contigo voy andando
cada momento que va.



Ésta se la he escrito a todos los "momentos" que nos llenan de recuerdos, con el tiempo...


miércoles, 28 de agosto de 2013

Si de verdad me quisieras...



Si de verdad me quisieras
Me sentiría satisfecho,
Me sentiría tranquilo, libre,
En paz con todo;
Si de verdad me quisieras…

Si de verdad me quisieras,
Y en el camino ya hecho
Las huellas permanecieran
Aún visibles,
Si de verdad me quisieras…

Si de verdad me quisieras
Despertaría contento,
Con fuerzas, ilusionado,
Y así anochecería
Si de verdad me quisieras…

Si de verdad me quisieras
Como dices y no entiendo,
Renacería a tu lado,
Vivo y fugaz,
Si de verdad me quisieras…

Empezaría de mí la fe
Que nunca he perdido,
Nunca quisiera sentir
Nada que no haya sentido.
Nunca quisiera borrar
La palabra equivocada,
Ni el cansancio, ni el vacío,
Ni el beso que no llegaba.

Si de verdad me quisieras…

jueves, 30 de mayo de 2013

Whisky "HACENDADO"

                                   
Ser español y en el paro

no me parece tan raro,

por eso pesco la mona

con whisky del mercadona.

Lloré frente al Ballantines

con impotencia y hastío,

cogí indignado y sombrío

el de hacendado, y marché.

Pasé por caja y pagué

con un gesto de despecho,

y los dientes apreté

ahogando un grito en el pecho.

¡Maldito seas, Rajoy!,

¡y maldito Zapatero!,

mi alma defenestrada

por un whisky “baratero”.

¡Las zapatillas “snike”!

¡el sopicaldo del Día!,

¡mil ilusiones frustradas

en ésta crisis impía!.

¡Que lo griten los arcángeles!,

¡que lo cante Lady Gaga!,

¡que a mi abuela, probetica

No le llega con la paga!.

Quiero llorar, mas no puedo,

quiero rascarme, pues pica,

ésta crisis, que cual sarna

acosa a España y la irrita.

Nunca está de más un poco de sentido del humor en éstos malos tiempos que corren; pues, ¿qué se puede hacer, aparte de protestar e indignarse, si no es intentar mantener la esperanza y una sonrisa?.
Con que un sólo lector haya sonreído, me siento agradecido. Abrazos y ánimos a todos.


domingo, 18 de noviembre de 2012

Muertes


Hay una extraña muerte
que no requiere entierro,
ni luto, ni abalorios,
ni sepulcro, ni orador.

Es un final cansado
de tedios misteriosos,
silencios dolorosos
sentencias de un adiós.

Hay muertes vecinales,
cercanas, familiares,
adioses insidiosos,
reproches, cómo no.

Pero sin lápidas de mármol
donde un nombre se talle,
la sombra de un ciprés
no sabe que existió.

Hay muertes invisibles
que importan y no importan,
dolores que entretienen
las horas que se escapan.

Y aunque sin las coronas
de lirios, las adornan,
porque en el fondo duelen,
porque en el fondo, matan.

A todas las pequeñas muertes que pasan desapercibidas. (Gracias por leer éste, mi humilde poema; que trata en realidad, de esas muertes "pequeñas" en apariencia cuyo dolor sentía al escribir, y sigo sintiendo aún en mi interior, son las de los derechos humanos) 
UNA PERSONA QUE OLVIDA SU PASADO, ESTÁ CONDENADA A REPETIRLO…

domingo, 10 de junio de 2012

UNA VOZ

Yo sé que tú no te vas a enterar, yo sé que tú no lo vas a leer, ni a escuchar, quizá porque no te lo voy a decir, es simplemente, que lo voy a dejar que exista, y a seguir adelante. Llegará el día, yo lo sé, en que mis pies no puedan dar un paso más. Hoy voy a seguir, mis pies aún pueden andar, aunque a veces ya voy notando cómo se cansan. No es que 33 años sean 60, pero tampoco son 24, y tengo muy claro que el tiempo no va a perdonarme a mí ni a nadie. Tengo muy claras mis posibilidades y lo que quiero intentar cada día, tengo muy claro a donde no puedo llegar, por más que quiera, de lo que soy o no soy capaz, y distinguirlo muy bien de lo que me gusta o no me gusta. ¿Habéis tenido alguna vez esa sensación de “trágame tierra”?. Yo la tuve hace unos días y la he tenido muchas otras veces, sé que me ocurrirá más veces por más viejo que sea, por más años que viva y más experiencia que tengo, seguirá siendo igual de horrible. En algún sitio leí alguna vez, que se muere de vergüenza y no de miedo. Aquí, hoy, no sé qué pensar, si trágame tierra o trágame mar, el agua traga y esconde seguramente igual que la tierra. Mis sentimientos y mi amor, mi fe, son firmes, inamovibles, existen y perduran, resisten, forman parte de mi esperanza, mi cuerpo en cambio se resiente, mi alma se duele, puedo sufrir y aguantar, puedo sonreír, ser feliz, luchar o dejarme vencer, soy consciente de todo eso y me apetece intentarlo, pero me apetece intentarlo sólo porque nadie diga nunca (incluido yo) que no lo intenté. Prefiero sufrir y fracasar habiéndolo intentado que desvanecerme sin dejar en ésta tierra un pequeño rastro de energía, un pequeñito e insignificante rastro por donde una vez pasé en vida. A veces puedo darte más de lo que nunca imaginaste cariño, pero a veces no puedo ni podré, a veces no estaré a tu altura aunque tú no lo sepas, el camino es largo y duro a veces, y a veces, tendrás que esperar a que te alcance porque me cansaré de andar y pararé un momento o iré despacio, lo mismo que haría yo por ti. Hoy tengo miedo, estoy cansado y necesito reponer fuerzas, dame un beso y sigue tú por mí, estoy seguro de que conseguirás todos tus objetivos y serás feliz, precisamente porque no llegarás a saber nada de esto, tú estás hecho de otra pasta. Yo echo de menos “el piano”, no soy capaz de seguir selva adentro sin él, era mi voz, ya no puedo hablar sin él. A E.G.

sábado, 18 de febrero de 2012

Oro en el mar


Si alguna vez, dormido, te soñé cabalgando las olas en busca de éste tesoro…Desperté. No hay nadie capaz de investigar tan inmensos mares y océanos persiguiendo sueños e ideales, de valorar lo que no es capaz de conocer, y reconocer.
Las algas siguen en su lugar, creciendo y muriendo, dando paso unas a otras. Entre el balanceo profundo y elegante de las posidonias se me olvida recordar, entretenido y animado, lo que tuve en mente ayer. Los páramos sumergidos, al alcance de mi vista, siguen siendo los mismos que ayer, oscuros, silenciosos, sumergidos, distantes.
Sé que suspendido en el tiempo, anclado en una tierra salvaje bajo el mar, seguro lejos de las manos del hombre, a veces me olvidé de mí; pero nunca he dejado de saber verme en los ojos de otro, de leer el ansia de salvarme, la ilusión de rescatarme, pero…¿de qué?. ¿Es que quizá el oro en el mar necesita ser llevado a tierra y expuesto en una vitrina o guardado en el cajón de un escritorio?. Quizá se le debiera preguntar si le apetece, si necesita ser salvado, y si necesita cambiar el mar por la tierra y por el aire. ¿Quién tiene derecho a decirle al oro que quiere hacerlo feliz?; ¿es que el oro no es feliz?, ¿cómo lo sabe?. Te has equivocado, Valentín, no existes; solo fuiste un sueño que se desvaneció con la mañana; y si alguna vez, en otro sueño, vuelves a surcar los mares en busca de tesoros, amor intrépido, y encuentras una pieza valiosa y bonita, déjala brillar en tu mirada, y sobre todo, déjala ser feliz, quizá no necesite de ti para serlo porque quizá…ya lo sea.
El oro en el mar está dormido y Valentín, no vuelve; todo fue un sueño profundo.
Mi único y verdadero encanto, consiste en que soy YO MISMO, tan único, diferente y efímero...Como todos los demás.

A Valentín

sábado, 14 de enero de 2012

Dríades


Buenas noches, almas de todos los árboles, yo sigo creyendo en vosotras como creía ayer; cuando sentado bajo la sombra de vuestro hogar desparramaba mis pocos juguetes y creaba cuentos e historias. Os sigo viendo desde mi ventana, mis ojos de hombre os intuyen desde aquí, con mi taza de café en una mano, recién despertado, hijas de la vida. He visto vuestros cuerpos crepitar bajo el fuego y os he sentido gritar, lloré por vosotras y sentí una pena profunda y antigua, indignado y dolorido no pude hacer nada por vosotras, queridas dríades que tanto nos dais, y me apagué, me hice un poco viejo y aparté la cara con dolor.
Dríades que todo lo visteis, dríades que amasteis y acunasteis los nidos de los pájaros, que adornaban vuestras cabezas como flores que coronan los peinados de las mujeres macedonias, que vi en ilustraciones de cuentos viejos y olvidados con ojos infantiles, desconocedores de la enfermedad y los sueños muertos, del hastío de una persona madura y caprichosa.
Os siento aún y os amo, lo creo, no quiero morir todavía, soy pequeño aún. Soñé con vuestra hermana, que se alejó del árbol persiguiendo con timidez un rostro hermoso, y se perdió, vi como murió aquel árbol sin alma, y vi como murió aquella alma sin árbol, y me guardé el secreto triste de aquel final amargo, lleno de fatalidad, destino.
Alguna vez, antes de irme, os haré algunas preguntas que aún me guardo.
¿Qué hay más antiguo que la vida?, ¿qué hay más oscuro que la muerte?.
¿Sabréis contestarme, dríades?.
Acabo de entrar en el impredecible mundo de los sueños…

martes, 22 de noviembre de 2011

¡VUELA!


Me han vuelto a abrir la jaula…¿Y qué hago yo?, pues volar de nuevo, y voy a volar y a volar y a volar hasta que me quede sin alas; porque soy libre.
Si hay algo que no soporto ver, quizá la injusticia y la represión más antigua que ya observaron mis ojos de niño, es la imagen de un pájaro en una jaula. Nunca soportaba verlo, y así liberé gorriones, canarios y jilgueros de sus pequeñas prisiones, que se alejaban volando ante mi atenta y esperanzada mirada. Soy consciente de que cada pajarito se reflejó en mis pupilas alejándose libre, cada vez más pequeñito hasta que se perdía en el cielo o entre los árboles, lo que era justo, pues, ¿para qué está hecho un pájaro sino para volar en libertad?, ¿de qué sirven dos alas en una jaula?, dos alas son un milagro que nosotros envidiamos, que te permiten ver el mundo desde el cielo, dormir en tejados y campanarios, lejos de gatos y niños, y despertarte, lanzarte al vacío sin miedo a buscar grano y agua. Dos alas simbolizan la libertad mejor que nada en el mundo, y se reflejan en el alma, porque el alma, tiene alas.
Tampoco soportaba ver una mariposa cazada al vuelo, o entretenida sobre alguna flor. Qué horror, vida cortada, interrumpida de golpe, si la naturaleza la hizo para volar libre, vivir y morir, ¿Quiénes somos nosotros para negarle el vuelo?. No somos nadie, no tenemos derecho.
¿Habéis visto las perdices hacinadas en sus diminutas jaulas de coleccionista?. Se vuelven locas, nerviosas. Se les pone agua y grano, y lo pican mientras sus graciosas patitas rojas hechas para correr por la campiña se deforman y gastan con los suelos de las jaulas, sus alas se olvidan de volar, y sus cabecitas se pelan y afean con los bajos techos. Cuando las veía, algo en mi alma decía : Suéltala, está bien, es algo bueno, hazle un favor…
Pero no las soltaba por miedo a las represalias, a ser descubierto y castigado, porque supuestamente no eran “mis perdices”. Pero, ¿y quién tiene el derecho a creer que una perdiz es suya, y retenerla en esa pequeña cárcel, condenada a cadena perpetua hasta su muerte?. El caso es que me iba pensando que ojala que se muriesen, que se muriesen por su bien, cerrasen sus pequeños y avispados ojitos negros y dejasen de sufrir y de saltar nerviosas en esas jaulas.
Yo tuve una codorniz y un loro, los tuve sueltos, los amansé y los solté, pensaba que si se querían quedar, lo harían, pero si se querían ir, eso ya era cosa suya, la codorniz se quedó, y murió en casa muy bien atendida, el loro se fue un día, mi pareja me regañó (a pesar de que no se llevaban nada bien) , pero…Si se fue es porque quiso irse, me decía yo, ¿quién soy yo para forzarlo a quedarse?, el tenía alas y las usó, lo que pasase a continuación con su vida también corría de su cuenta. También tuve un murciélago que crié, estuvo mucho tiempo durmiendo en casa cada mañana hasta que un día, no volvió. Y otros animales voladores, como gorriones (los gorriones nunca quieren irse, no sé por qué) y demás. Pero no enjaulados, enjaulados…No.
¿Puede haber algo más hermoso que un pájaro volando en libertad?

miércoles, 11 de mayo de 2011

Cerrado por derribo


Como me gusta ir al grano, y no es para menos, aunque no voy a eliminar de momento el blog, cosa que también tengo en mente desde hace un tiempo, paso al menos y de momento a cerrarlo y dejarlo un tiempo como está, a despedirme de cualquier visita fantasma que aún persista y haya pasado por gusto, o por casualidad, por éste extraño espacio.
Lo abrí no hace ni un año por motivos personales, desde entonces nada ha mejorado ni ha empeorado, y en apenas unos meses, el mundo sigue vergonzosamente igual. No es que me esperara otra cosa, ni siquiera poner mi granito para hacer de todo ésto algo más hermoso y llevadero, no creo en los granitos, hace mucho tiempo que no.
He decidido no darle a éste espacio lo simbólico de cumplir un año, ni ninguna otra cosa más, no tengo tiempo de llevarlo, de visitarlo ni de andurrear por ahí en el ciberespacio, ni ganas, que es más significativo.
La cosa es que no quiero alargar más ésto, y paso directamente a dar las gracias a todos los que me hayáis dedicado un momento, o unas palabras, de todo corazón, y os deseo lo mejor.
Hasta otra

sábado, 30 de abril de 2011

Las habitaciones


Han pasado muchos años desde que te conocí,
Siglos hace que te vi y te amé,
Paseándote por dentro,
Curioseando en tus sueños,
Registrando tus cajones, donde te encontré.

Han pasado ya milenios desde que te quiero
Porque sé reconocerte de entre los demás,
En mi corazón hay ojos
Que te encuentran enseguida,
Y mis manos te conocen
En la oscuridad.

Pasó media vida la otra noche
Sólo porque te abracé, al acostarme contigo
En aquella cama vieja, en aquella casa sola,
Donde amanecí más viejo sin haber envejecido.

Han pasado los cafés que no acaban de pasar,
Han pasado las mañanas que te encuentro al despertar,
Pero te sigo encontrando, da igual si estás o no estás,
Ha pasado un mundo entero
y otros quedan por pasar.

Han pasado mar y tierra
Dentro de tu habitación,
El mar te lo di yo y te lo llevaste contigo
Para tenerme mas cerca, contra la separación.

La tierra me la traje sin que me dieras permiso,
Y existe igual que existes, como yo también existo,
Yo la esparcí con mis manos
Dentro de mi habitación.

Ésta es para tí, si por casualidad me lees, aunque ya lo sabes.
Pase lo que pase, que quede ahí, para siempre, todo lo bueno que podremos recordar el uno del otro.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Yo te quiero, mamá



Yo te quiero, mamá,
y cuando te vayas...
¡Cuántos monstruos de la noche volverán!,
y qué frías mis raíces
apartadas de tu amor se quedarán.

Yo te quiero, mamá,
¡y tengo miedo!,
me da horror la realidad de éstas palabras,
y aún las enfrento con valor
hablándolas igual que tú me hablas.

Yo te quiero, mamá,
y es que aún te necesito,
aún te siento acercarte a mi camita
con calor, y aquel olor
a cremas hidratantes y a comida.

Yo te quiero, mamá,
y me enfado con el tiempo
que es cruel, es impasible y no le importas,
yo le grito que da igual,
y jamás se llevará lo que me aportas.

Yo te quiero, mamá,
te quiero tanto...
Sé que has dado cada arruga por nosotros
y que aún eres capaz de ser tan bella...
Nunca quiero que te acabes, siempre es pronto,
yo te guardo en mis entrañas "pa" que el tiempo no te encuentre,
como hiciste tú por mí, hasta esa luz que destella.

La foto que ilustra la entrada, lógicamente, es de mi madre conmigo, hará dos años años y medio, ella acudió a una boda, y a la puerta de la iglesia fui a esperarla, le dí unas llaves que olvidó y me hice ésta foto con ella, estaba tan bonita...
Puedo decir orgulloso que he disfrutado siempre de una gran madre, que aún disfruto y que disfrutaré, ya que la salud nos acompaña, y nos queda tanto por hacer si Dios lo quiere...
Quered a vuestras madres mucho, decidselo siempre, no dejéis que nada hermoso se quede en la oscuridad de esos silencios tan vacíos que a veces hay en el hombre.
Muchos besos a todos.

jueves, 17 de febrero de 2011

ABUELOS


Yo no sé lo que es tener abuelos. Me da curiosidad, los niños con que jugaba de pequeño tenían mucha relación con ellos, la mayoría. Yo los veía, muy a menudo. Mi abuela Sinfo (Sinforiana) y mi abuelo Roque vivían debajo de casa y yo bajaba continuamente a importunarlos, eso casi me cuesta el dedo meñique de la mano izquierda un día. Mi abuela me sintió bajar, ya casi estaba, me agarraba con la pequeña mano de un niño de 5 años ya al marco de la puerta metálica de la entrada cuando la cerró de golpe. Era muy travieso desde luego, y ella no me tenía especial afecto, entonces no me daba cuenta, pero más tarde sí; y la castigaba dañando sus plantas para que sufriera (ahora soy jardinero).
Mi dedo volvió a su lugar con unos puntos de sutura, el hueso no resultó dañado por suerte, y yo seguí creciendo. Los regalos por reyes se acabaron pronto, tendría ocho o nueve años cuando recibí el último. Jamás tuve bicicleta, aún lo intento superar. Mis padres eran pobres, gente humilde que se gastaban todo lo que ganaban en vestirnos a mi hermana y a mí, darnos de comer lo mejor que pudieron, que fue bastante, y ahorrar para nuestro futuro.
Mi abuelo Roque murió hará diez años, más o menos. Lo supe por teléfono. Un primo mío me llamó y me avisó. Lloré un momento, muy corto, pero sinceramente no lo sentí. No sentí haber perdido a nadie, en realidad nunca le conocí; no era malo, simplemente era un extraño. Cuando era pequeño solía pegarme con el cinturón cuando me portaba mal, si podía alcanzarme, porque yo corría mucho, claro. Bajaba bastante a casa de mi abuela, pero era inútil, ¿para qué?, si ella nunca quiso a mi madre ni trató bien a mi padre, ni a ninguno de sus otros tres hijos. Quererme a mí sería absurdo. Recuerdo un día en que por algún motivo desconocido, instaba a mi abuelo Roque a que pegara a mi tía Ana, lo hacía con el mango de una de esas escobas de madera que ya no se hacen, el caso es que mi tía lloraba intentado esconderse tras un sofá, hasta que el palo se partió en dos, mi madre medió como pudo, y recuerdo a mi madre llorar después consolando a mi pobre y deslomada tía, que tendría unos 16 o 17 años; y eso es solo para hacerse una idea del resto; mi padre aún conserva una cicatriz de 5 cm en la cabeza que según testigos, le fue ocasionada con una paleta de cocinar metálica por coger las migas de una cacerola sin permiso. Mi abuelo Francisco nunca tuvo sentimientos, literalmente hablando, y sigue sin tenerlos, para qué engañarnos. Sigue blasfemando igual que siempre, criticando y quejándose de todo, la última visita que recuerdo hará un año, llamó a mi hermana “perrrra”, sí, con tantas “erres”, y mi hermana, no es porque sea mi hermana, es una persona estupenda, muy educada y con mucha clase, que ante semejantes desbandadas suele callar y hacer mutis por el foro; aunque, próximo a la muerte, yo sé que tiene miedo y está pensando en muchas cosas. Mi abuela Manuela siempre se mostró muy cariñosa cuando bajaba, pero a mi su mirada zorruna y lista nunca me cuadró con sus palabras, y la he pillado en muchas contradicciones, sé que a veces, sino muchas veces, siente envidia de la gente que se lleva bien, porque me ha llegado a instar a pensar mal de personas muy cercanas a las que quiero mucho, y a las que ella debería de querer mas que yo.
En fin, siempre he sabido que no he tenido abuelos, pero hará cinco años enfermé y estuve en el hospital tres meses recuperándome de algo bastante grave. Los primeros días nadie apostó por mi vida y tuve problemas con los órganos principales, estuve en coma y luego consciente en la “uci” dos semanas hasta que me subieron a planta. Cuando por Navidad llegué a casa aún no podía andar bien, apenas unos metros y me fallaban las piernas. Yo nunca he hecho nada feo a ninguno de mis abuelos, e incluso he fingido quererlos porque era lo normal. Pero lo cierto, es que ninguno de ellos se acercó al hospital, ni subió a casa cuando me dieron el alta, antes de que aprendiera a andar… por segunda vez en mi vida.
Aún así, los perdono y vivo. Si Dios existe (muchos lo dudan, otros saben con certeza que está ahí) sé que ha de perdonarlo todo porque al fin y al cabo, Él es eso, amor, perdón y comprensión. A partir de ahí, yo aún no sé muy bien lo que pensar, tampoco he vivido tanto ni como ellos.
Otra de mis muchas espinitas.

viernes, 24 de diciembre de 2010

En Navidad


Qué cerca la Navidad
está ya del alma mía,
como una llama prendía
para siempre disfrutar.

Que intensos son los colores,
que bonito, todo brilla,
que dulces esos olores
que se acercan a mi orilla.

Hay melodías graciosas,
y nostalgias e ilusión,
hay sorpresas, muchas cosas,
hay regalos y turrón.

Que cerca la Navidad
que de nuevo empiezo hoy,
¿no ves lo cerca que está?,
es parte de lo que soy,
y de tí...De los demás.

Los recuerdos que atesoro
de una caja musical,
de las bolas de cristal
para el árbol que decoro.

De los bombones y anís,
de canela y mazapán,
de las personas que amo,
que gracias a Dios están.

Es un milagro que al tiempo
adorna y hace brillar,
ya no le temo, sonrío,
gracias…¡Feliz Navidad!.


Feliz Navidad a todos, un abrazo muy sincero, cuidado con las carreteras...Y con los mazapanes y alfajores, no se me quejen después de esos kilitos de más que con tanta ligereza y alegría se cogen en éstas fiestas...Aunque sinceramente...No me imagino ni lo deseo, una hojaldrina "light".
Perdonen mis ausencias porque sigo muy perdido, apenas entro aquí, incluso estoy pensando en cerrar el blog.
No tengo mucho tiempo y entre el trabajo, la lentitud de la conexión (muchas veces pierdo 10 minutos nada mas que en abrir un blog, y sin pensar en que cuando entro me gusta mirarlo tranquila y detenidamente...), pero vivo en el campo y aquí la señal es la que llega...Y que no haya tormenta...JJ
Aún así gracias a todos sinceramente, os deseo lo mejor para éste año, sobre todo salud. Un gran abrazo en especial a mis queridas Marina, Ligia, Myriam ( de 40añera ), Alex y Sor Cecilia ( mi dulce monja de Paterna).
Me voy a tomar éste año como un maravilloso año en que se me han realizado los dos deseos que pedí la pasada nochevieja, éste año pediré otros dos, visto que en algún lugar se atendió mi petición, y lo agradezco mucho. Va a ser el último año que no celebro la Navidad como se debe ( en mi corazón siempre la he celebrado, no así físicamente), ya que también me voy a tomar éste año como un año de revelaciones, de verdades, y de no esconder lo que no se puede esconder, y no hablo de mí, que no me escondo ni me apetece de nada, pero a riesgo de lo que pueda pensar "algún lector" de que eso de airear las intimidades y tal en un blog....Yo no lo veo nada vulgar, y las cosas hay que aceptarlas como son.
EL AÑO QUE VIENE CELEBRARÉ LA NAVIDAD LEJOS DE MI PADRE, GRACIAS A DIOS, y ya no lo digo con pena, si no todo lo contrario. A casa ya no viene nadie por no verlo, y yo he pasado 31 años horribles a su lado ( viví fuera 4 años en los que ni me visitó ni me llamó ) aunque tuve que volver. Mi hermana ni siquiera gusta de subir muy a menudo, y hoy, dia 24, en que ha vuelto a comer a casa, con la recién noticia de su embarazo que todos celebramos, ha presenciado otro de los espectáculos e insultos de un sinverguenza a su propia familia.
Me siento muy liberado de poder exponer LA VERDAD, decir lo que siento y lo que sé, y de poder ser feliz porque no tengo problema que no sea él, y sólo cuando está cerca y hace pudrir hasta el sentimiento más hermoso, y el momento más feliz.
Lo dicho, ésta es una Navidad muy feliz para mí, porque es la última que voy a vivir sin celebrar, como Dios manda, sin mis tías y tíos, sin mi pareja, sin mis amigos, sin toda la gente que amo y que me ama, como debe de ser.
Gracias por soportar ésta insólita confesión, con que hoy me levanto.
Cuidaos mucho, cuidad de los demás, no escatimeis en besos y abrazos, en "te quieros", y en valorar todo lo que tenéis y disfrutar de ello...

sábado, 4 de diciembre de 2010

Muchacha muerta



Ay muchacha muerta!
sombra fantasmal,
baila, baila sóla
sobre el peñascal.

Ay muchacha loca
que se terminó!,
bailarás la madrugada
para el cazador.

Ay muchacha muerta!
baila en la cañada
que las lavanderas
se asustan por nada.

Ay muchacha presa
que por escapar
te quedaste eterna
sobre el peñascal...

¡Ay muchacha muerta!
baila, baila niña
por entre las piedras...

domingo, 21 de noviembre de 2010

La cruda realidad


En una línea que trazó mi mano,
se formaron las palabras que no quise pronunciar...
pero a pesar de todo, silencio vano,
se alzaron aun sin voz
para hacerme derrumbar.

No quise la verdad, aunque la supe cierta,
y allá, en mi escondite, protegido me creí;
pero es que en mi escondite
también había una puerta,
y abierta, un día la ví.

Entró el dolor cantando, y la verdad obviada,
y el tiempo ya perdido, riéndose de mí,
entraron la derrota, el llanto
y la esperanza, que apenas se asomaba
por miedo a lo que ví.

Aquel día tenebroso, real y verdadero,
se fueron mis sirenas, mis duendes y mis hadas,
qué sólo me sentí sin el consuelo
que daba el gran engaño
en el que me amparaba.

Hoy sin ninfas, ni centauros, sin dragones,
tengo el Sol, la Luna, la Tierra, tengo el Mar,
hoy tengo una verdad y un corazón, enormes dones,
que cierran mis heridas,
y aún... Puedo soñar.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Suspiros



A veces pienso en ti
Y se me escapa un suspiro,
Mis pupilas se dilatan
Y ya no sé nada más…

Que tristeza que me invade
Cuando te busco y no estás.

A veces te recuerdo
Y todo desaparece,
No me importa dónde estoy,
Todo es niebla y esperanza…

Que pena que a mi me da
que brazos no te alcanzan.

A veces te doy un beso
Que vuela el aire hacia ti,
Estás lejos y se cansa,
Y al final cae en el suelo…

Qué poco que dura un alma
con esa forma en el cielo.

Son suspiros lo que tengo,
Que nunca sé a dónde van,
Cuando salen de mi pecho…
Pero a tu lado no están.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

El duende que vestía de luto


Detrás de la casa donde vive la pequeña Lina hay un pilón con un grifo que gotea, porque Lina vive a las afueras del pueblo, justo casi donde comienza un bosque de hayas muy verdes que dan mucha sombra, también hay robles y, cerca de los arroyos, fresnos, y algunos madroños viejos y altos amontonados en puntos concretos.
Lina tiene 6 años y lo está aprendiendo todo, y una de las cosas que más le gusta hacer por la tarde, es acercarse al pilón con su muñeca y jugar allí, porque debajo del pilón crecen unas pequeñas flores blancas y otras azules, y algunas setas pequeñas y oscuras, crecen casi todo el año en la humedad de un sitio tan sombrío y fresco, y allí también hay leña y unas baldosas viejas, algunos ladrillos y un carrillo viejo, varias macetas vacías y amontonadas… Vamos, que es un sitio perfecto para jugar, lleno de desorden y muy bonito y fresco, y a los juguetes de Lina les encanta, sobre todo en verano.
Una vez, salió a jugar pasadas las ocho de la tarde, mientras en casa se acababa de preparar la cena, antes de oscurecer, y al volver la esquina de la parte trasera, se quedó un momento quieta con los ojos muy abiertos: Un diminuto hombrecito (recordaba al blanco y arrugado rostro de su abuela Inés, sólo que del color de la tierra oscura regada por la lluvia) recogía las flores de debajo del pilón.
Evitaba todas las blancas, solo las azules le atraían, y las iba ensartando en un hilo, una por una, que le rodeaba el cuello y le caía por la espalda. Apenas medía dos cuartas, medidas con una mano de papá, claro, que sus manos son muy muy pequeñas, iba vestido de negro, todo de negro, unos pequeños pantalones negros, una camisa negra suelta abajo y un pequeño pañuelito negro, atado atrás, una especie de zapatitos, como los suecos de mamá, del color de la madera vieja, parecían de madera, sí, y unas pequeñas cuerdas al cuello en varias vueltas de las que colgaba una especie de piedrecita azul, muy pequeña y muy brillante, recogía flores, y cantaba… Murmuraba una canción; Lina no sabía qué canción, no decía nada, era una musiquilla vieja que la animaba. Y su ropa le hacía pensar en sus abuelas, las dos.
Mamá -preguntó una vez a su madre-, ¿porqué la abuela Paca y la abuela Inés siempre están con ropa negra?, ¿no le gustan los colores?, ¿ni a las otras abuelas?, la abuela de Carlos también se viste igual y la de Adela….
Son las personas mayores, hija –le decía su madre- , son costumbres… Ya lo comprenderás más adelante, pero tú puedes vestirte de muchos colores y si quieres….
A partir de ahí la explicación quedó perdida en su infantil pensamiento y se imaginó a su abuela vestida de azul, o amarillo, o con un vestido blanco con flores verdes… ¿Porqué no?.
En ese momento su pupila se centró de nuevo bajo el pilón, y allí, el extraño hombrecillo, muy quieto, la estaba observando con un enorme gesto de sorpresa y consternación.
Soltó de golpe la flor que aún tenía en la mano y echó a correr hacia los árboles, a una velocidad que a la niña le recordó a los conejos que a veces sorprendía echados en el pasto cerca de casa, ¡cómo corrían!, imposible hacerse con un conejito así como así, ¡y nacen prácticamente ya corriendo!; y aunque corrió tras él, en unos metros sólo se detuvo dándose por vencida.
En la misma línea que separaba el bosque del valle que daba a la parte trasera de su casa, junto al tronco de un haya vieja se detuvo el pequeño duende ( porque Lina sabía perfectamente y sin lugar a dudas que era un duende, un gnomo, lógicamente, llevaría un gorro rojo), y la miró con los brazos colgando a los costados, las flores azules en una ristra enmarañada alrededor de su torso y los ojos grandes, tristes y vidriosos, la boquita medio abierta…
-¡Ven duendecillo!, ¿no vienes?, ¡¡que quiero preguntarte…..!!!
Y en ese momento en cuestión de apenas un segundo, saltó a las sombras del bosque y se perdió en ellas.
Claro está que Lina pensaba volver allí al día siguiente y al otro y así… A jugar de nuevo, y a ver qué había de aquel pequeño duende, tenía la esperanza de volver a verlo. También recordaba a su abuela Inés, vestida de negro, pasar por el camino delante de casa y detenerse al verla en el patio. ¡Abuela!- gritaba Lina mientras corría, -¿adónde vas?- su abuela iba, como no, de negro, y llevaba un ramo de flores en la mano, eran como unas margaritas grandes y violetas muy claritas salpicadas de cositas blancas y hojas finas y verdes. – Voy a llevarle esto a tu abuelo y a tu tía- decía su abuela, -cuando baje llego a casa, díselo a mamá-.
Dicho esto se alejaba, camino arriba, hasta donde llega el horizonte y una pared se levanta de la tierra llena de árboles oscuros con forma de lanzas que se elevaban desde la tapia hasta mucho más alto… mucho más alto… Pero a partir de ahí, Lina no pensaba más en eso, nunca había ido al lugar a donde lleva aquel camino, ahora pensaba en su duendecillo, vestido de negro, al que quería volver a ver sin falta al día siguiente. Estaba pero que muy ilusionada y contenta.

viernes, 29 de octubre de 2010

Humo y lluvia


Tus ojos son de humo y lluvia
y en ellos quiero descansar
con todo lo que siento,
tenderme en tu mirada
en éste mismo momento
y no despertar de éste sueño;
por nada.

Tus ojos son del humo de los sueños,
tus ojos son de lluvia inesperada,
mis ojos en los tuyos, cercanos y pequeños
reflejos son que crecen de la nada.

Tus ojos son sentir, y dentro el alma
da la mano y tira de ésta alma mía,
y siento esa presión que a mí me calma,
llenando de calores ésta noche fría.

Tus ojos son de humo y lluvia,
y el humo en tu mirada me adormece,
con la lluvia que contienen cuando miras
la hierba en mi coraza… Ama y crece.

martes, 26 de octubre de 2010

La otra cara de la Señorita Tess D´urbeville


Tess fue una chica que vivió a mediados del siglo XIX, ahorcada en Wessex siendo aún joven.
Su ejecución, (la de una muchacha joven y muy bella), publicada en los periódicos locales del Dorset (Inglaterra) animó al escritor inglés Thomas Hardy a investigar la historia de esa muchacha, que acabó con un triste y gran descubrimiento culminando así en su clásico “Tess D´urbeville”, junto con “Jude el oscuro” hacen sus dos novelas más famosas.
En los años 20 se adaptó esa novela en una película muda, y en 1998 en una especie de “telefilm” que se quedó muy atrás de la esencia de la historia. Fue Roman Polanski, quien en 1979 adaptó el libro a la pantalla en la película “Tess”, que obtuvo 6 nominaciones a los óscars (entre ellas, mejor película, banda sonora y director) y que se llevó 3: Mejor fotografía, vestuario y dirección artística. Sin contar con los premios que además obtuvo por toda Europa arrasando en los César franceses.
La película fue un regalo póstumo a su mujer, la actriz Sharon Tate, a quien conoció durante el rodaje de uno de sus primeros films, “El baile de los vampiros”. Su novela favorita era Tess D´urbeville, y le regaló un ejemplar a Polanski. Poco tiempo después, y embarazada de 8 meses, era asesinada y descuartizada por Charles Manson, uno de los más terribles asesinos de la historia del mundo moderno.
Tiempo después y exiliado por los motivos que todos conocen, asentado de nuevo en Francia, rodó el film “Tess” dedicado a su mujer, y supo sacar esa esencia triste y dulce de fatalidad que encierra esa novela, también mi favorita. Un cruce de destinos en donde una actriz asesinada, un escritor clásico, un director mitológico y maldito, y una campesina condenada a muerte tuvieron un encuentro en la vida, sin llegar a conocerse.

domingo, 24 de octubre de 2010

Tess


Voy a contar una historia real, una de las más bonitas y tristes que quizás he conocido en mi vida, de ella surgió un clásico de la literatura y otro del cine. Más adelante, en otra entrada, daré los datos de ésta historia. Ahora voy a hablar del lugar que anduvieron aquellos pasos, de los pastos que susurraron al contacto con una falda vieja, de las ilusiones que existieron en un corazón, de caminos, del crujido de un sueño roto, y de las verdades asesinas de una mujer atrapada en una época. Bajo el cielo que vio aquel destino seguimos estando también nosotros, es el mismo color, la misma distancia, iguales nubes, otra época…
Hay una muchacha muy bonita tendida bajo un árbol, al anochecer, en un bosque medio deshojado por el otoño, hace frío, la niebla comienza a levantarse, se prepara para dormir después de andar y andar, de trabajar, cavar la fría tierra de Inglaterra sacando patatas y remolachas para luego de un largo día de trabajo, calentar su cuerpo con algo de caldo y pan, va buscando algo, empieza a llorar tendida allí, y cubriéndose la cara con la mano, susurra: “Todo es vanidad”.
Quisiera poder encontrarla en el tiempo, darle la mano, guiarla y decirle que no es así, apoyarla en su lucha un poco más, lo justo para sobrevivir y escapar de aquello, lo justo para iluminarla con una sola esperanza, y cambiar su muerte por una vida primero. Quizá pensara que su lugar estaba más allá de las cancelas de un viejo cementerio, donde descansan los huesos de sus antepasados vigilados por cipreses y serios crucifijos de piedra y madera. Podría hacer saltar su vista con el pensamiento, más allá de las tapias de aquellos viejos cementerios que ya no existen; podría andar un poco con ella para que pudiese hablar y llorar, podría hacerla reír; podría compartir un solo sueño suyo y decirle lo valiosa que es. Podría regalarle un espejo y decirle que su bello reflejo no es un castigo, podría llevarle chocolate, darle con mis palabras un lugar a donde ir, un destino, regalarle la idea que no se le pudo ocurrir entre tantas tristezas, y asustar la soledad a nuestro paso por aquellos senderos pardos y durmientes. Podría decirle cómo se acaban por dejar atrás las malas rachas, como se aprende a vivir con una herida, cómo de dulce puede ser la vida nueva cuando se está dispuesto a continuar y encontrarla, qué es una violación y qué es recuperarse, qué es perder a un hijo, qué es enamorarse y ser correspondido, qué es soñar y ver cómo se hace realidad mucho de lo que deseamos si no nos dejamos caer llorando en la tierra desilusionados. Podría abrazarla y decirle al oído: -Se acabó pequeña, ya no tienes que llorar, estás viva. Pero no puedo decirle nada porque la ahorcaron aquel último invierno y su destino se cerró en torno a su cuello.
Ya hoy no puede volver a ser una tragedia ser mujer, ser negro, indio… Ser homosexual, ser inteligente y sensible y pertenecer a la más baja de las clases, eso tenemos que enterrarlo cueste lo que cueste para que no vuelva a existir jamás.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Todas éstas cosas malas


Ya estoy harto, bueno, hace mucho que estoy harto. Intento sobrellevar las cosas lo mejor posible aunque todo se vaya derrumbando a mi paso, como si portara una extraña enfermedad que corroe hasta las paredes, pero yo aguanto estoicamente. Me despierto triste casi todas las mañanas y me lanzo al café, mientras lo tomo, pienso en las mejores cosas posibles, son sueños, pero sueños que pienso llevar a cabo, lo hago todo muy poco a poco, pero lo hago. Pienso en mi amor, pienso en mí, me miro al espejo, debo de quererme, me voy queriendo poquito a poco. Miro mis ojos, mis labios, mi nariz, el corte de mi cara, me voy queriendo, me ilusiono, me reconozco. La tristeza se marcha habiendo perdido su batalla un día más, pero cuesta trabajo, hay que esforzarse mucho y no rendirse. Me llevo a cuestas día tras día y trato de hacer que mi propia carga sea dulce y agradable; lo consigo; la tristeza me mira desolada, hoy tampoco ha podido conmigo.
Pero estoy harto, necesito un inciso. Descanso, sigo, descanso, pienso, trabajo…Se acabará. Un día, y será pronto, tendré mi casa (que ya estoy buscando), dejaré todo esto atrás, mi infancia, mis traumas, sí, esos traumas con los que todos cargamos. Mandaré a la mierda todas éstas cosas malas (sí, a veces puedo ser de lo más ordinario, y me gusta), me tomaré una copa a mi salud, y me reiré. Ahora también me río, no cuesta tanto, nadie es tan pobre que le falte una sonrisa. Tengo ganas de aislarme, pero no lo hago, sería un punto a favor de la tristeza. Tengo ganas de no hablar, pero hablo, no tengo ganas de hacer nada, pero hago cosas. Lucho por mí, no quiero defraudarme. Si tengo vida, la veo, tengo amor, tengo salud; estoy en disposición de vencerlo todo, por lo tanto…
Pero estoy harto, llegan las navidades, pronto, serán malas, sí, lo sé. Las cosas en casa no van bien, y habrá soledad y recuerdos, habrá tristeza. Me da igual, vestiré mi árbol, saldré a mirar escaparates, ayudaré a mi madre a preparar una cena espectacular y me tomaré alguna que otra copilla. Veré alguna de mis pelis favoritas y por supuesto, en cuanto vea a mi novio me lanzaré al más escandaloso de los placeres abandonándome a la carne, al sentimiento, en cuerpo y alma, y voy a traspasar cuantos umbrales me encuentre.
¿Eso es luchar?, por supuesto, no pienso abandonar ésta miserable y complicada vida a no ser por la fuerza, y me he jurado a mí mismo, que el día que la muerte se me venga a llevar, me agarraré fuerte a lo que encuentre, gritaré, hecho un basilisco, arañaré, blasfemaré, y cuando no tenga más remedio…Me iré con la satisfacción de haber aprovechado la vida, y de haber luchado…Siempre.

Así soy yo.

sábado, 16 de octubre de 2010

Muy difícil


Qué difícil es decir: -Ya no te quiero,
qué difícil es amar y estar aún sólo,
que difícil es decir: -Renuncio a ti, ya no eres mío,
qué difícil es querer no equivocarse, no enamorarse…
¡Resulta tan difícil todo!.
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Qué difícil esquivar la soledad
y estar en soledad si se desea,
qué difícil es callar, cuando se quiere hablar
y hablar cuando el ruido te rodea...
¡Resulta tan difícil todo...!.
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Qué difícil acabar cuando no quieres continuar
y qué difícil continuar si te apetece seguir,
qué difícil es llorar, qué difícil es reír,
cuando quieres estar triste y cuando quieres ser feliz.
¡Resulta tan difícil todo...!.
------------------------------
Pues sí que es difícil vivir, cariño mío,
o morir, si así queremos,
qué difícil que nos amen cuando amemos,
o abrir los ojos, al menos;
qué difícil es que nos perdamos o nos encontremos,
y apreciar a tiempo aquello que tenemos.

oooooooooooooooooooooooooooooo
Ésta te la dedico a tí, que la estás leyendo. Gracias por la visita; aprendamos y que nos valga, la vida es corta, por eso precisamente hay que aprovecharla al máximo. Un abrazo para quien lo necesite.

jueves, 14 de octubre de 2010

Oscura Edith


Quiero volver a ver como tus manos, mariposas nocturnas nacaradas vuelan alrededor de tu semblante mientras cantas a la muerte, oscura Edith, una y otra vez.
Eres una Diva fantasmal que me hipnotiza, con tu voz, que parece salida de lo más hondo de una mina de carbón, humilde loca comprendida, reprendida y respetada, que quiso, creyendo en Dios, arrepentirse y ya fue tarde para tu carne maltratada. Pero como tú, oscura Edith, creíste en Dios, con él estás.
Quiero volver a ver tu cruz, colgando sobre tus pechos, brillante y estática, que parece que te escuche igual que yo; pero si hago eso, no podré cerrar los ojos mientras escucho tu voz, tal como me gusta, oscura Edith, porque así es como te siento, en la profunda negrura que imagino cuando desconectando de mi alrededor tarareo muy bajito a tu compás “Non, je ne regrette rien”, y sé que si no te arrepientes de nada, es, porque creyendo en la redención aceptas tu falta, la admites, y te dispones a empezar de nuevo, el tiempo de vida que te quede.
Oscura diva fantasmal de voz del alma, eres Europa y tú misma, como una flor, que aún crecida detrás de un pozo sigue siendo bella y oliendo igual de bien que cualquier otra; humilde y despiadada Edith, valiente e inconsciente Edith, frágil y dura Edith que estás entre los muertos. Aún te escuchamos los vivos y sabemos lo que tú quisiste, oscura Edith.
Descansa en paz

lunes, 11 de octubre de 2010

En el fondo del mar


Hay caricias en el mar, yo lo sé; cuando corrientes profundas las balancean y se pasean por el rostro suaves y sin permiso, sus hojas oscuras y húmedas. Hay besos de agua fría y salada que llegan al alma, pero no la encienden.
Hay anémonas, corales, que se pegan a los pies y no acompañan, uniendo el inmenso escenario; rocas marinas, conchas, algas, esponjas. Hay pequeños pececillos multiformes de colores variados que no se aprecian en la oscuridad, sin luz, que vagan a tu alrededor en donde yaces prendido y olvidado.
Yo sé de un barco viejo, herido, que estuvo en puerto una vez, que anduvo direcciones y tuvo destinos y llevó ajuares y especias, cristal, monedas, sal y tejidos; donde hubo voces y alguien cantó sobre las olas al despuntar el día, y donde suspiraron con sueños profundos y fugaces al ponerse el sol, olvidados de sí mismos, los fantasmas que vivían con la luz solar al cruzar el portal de la vigilia y el sueño. Barquito hundido en el agua, dormido sobre la cima que el mar cubre porque es suya, cercado de posidonias y cangrejos.
El silencio allí es distinto, pues es la usencia de sonidos, es como el peso del tiempo que te duerme y se detiene. Allí mirar hacia arriba la tenue luz que abajo llega, imaginando el aire y las aves que son como estrellas aladas que se ríen de todo mientras vienen y van, libres de cargas triviales en lo sencillo del ser lo que son.
Yo sé de un alma que se resignó al mar un día, y decidió dormir y decidió soñar, en la profundidad, y abrazar el agua y aquel mundo; y que de golpe un día, abrió los ojos y se halló al sol, viendo campos, árboles, caminos, y rió feliz, sembró una huerta y amó. Pero todas las noches, al dormir, seguía soñando con el frío, profundo, oscuro y silencioso fondo del mar.

viernes, 8 de octubre de 2010

Más allá


Más allá de la muerte
Quiero estar enamorado;
Del árbol que planté,
De ti,
De cada sueño soñado.
De las tardes que lloraban,
De las noches que reí,
De las mañanas de luz,
De ti,
Del alma que llevo en mí.
De aquella triste canción
Que a veces me hacía llorar,
Del gorrión que yo salvé,
De ti,
De la tierra, y del mar.
De la madre que me dio
El “primer” de los suspiros,
Del amigo que escuchó,
De ti,
De las estrellas que miro.
Del abrazo inesperado,
Del beso que deseaba,
De lo malo que aprendí,
De ti,
Del camino que aún quedaba.
Más allá de la muerte
Quiero estar enamorado,
De la vida que viví,
De ti,
De tanto amor que me han dado.

miércoles, 6 de octubre de 2010

UNA MENTIRA


Nunca nadie me dirá que he muerto,
nunca sabré de que labios vino el beso
que intentaba despertar mi beso frío,
porque en éste Invierno mío
hay escarcha en los desiertos.
Nunca nadie cogerá mi mano
para guiarme con él a otro lugar,
porque no encuentro en mi camino
a nadie que le guste caminar.
Nunca nadie me dirá qué estrella es mía
ni sabré si se apagó, por qué existía,
con qué motivación ardía...
Nunca nadie me dirá por qué viví
mientras me llega su aliento,
tan cercano nuestro encuentro
y nunca olvide que existí.
Nunca nadie pedirá éste beso mío
mientras dura mi calor,
y lo recuerde, con amor
cuando mi pecho esté frío.
Nunca nadie me dirá que he muerto,
porque a nadie importará que no lo sepa,
cuando a los huesos, la muerte trepa,
¿qué me importará no estar despierto?.


VUELVO A REPETIRLO: Una mentira, gracias a Dios, una grandísima mentira.
Por cierto, amiga Marina, si lees ésto te prometo hacer algo más "dulce" cuando me vuelva a atrever a introducir versos en el blog. Abrazos

martes, 5 de octubre de 2010

Luz dorada de una tarde para recordar


Hoy mi alma no está conmigo, de alguna manera me siento un poco vacío hoy, desconcertado, como si algo de repente me faltara, algo que no reconozco inmediatamente pero cuya falta advierto, así que debe de ser el alma que ha salido sola a pasear, digo yo.
Hace una tarde de otoño soleada pero fresca, a éstas horas el sol se pone ya, y la luz es dorada, la luz dorada del atardecer me recuerda un poco a los domingos, día en que la semana termina, siempre son un poco tristes los finales, empiece lo que empiece; me llena de nostalgia. Mi cabeza hoy quiere pensar y pensar y así fatigarme, pensar en todo lo que he conseguido, en aquello que me falta, en lo que falta a alguien, en quién necesita qué, no sé, un verdadero lío.
Mis neuronas todas revueltas, algunas se deben querer tomar ya las vacaciones de invierno, pero es un poco pronto. Otras, recién venidas del verano han estado en muchos sitios, y aún no están muy coordinadas, digo yo. Estoy pensando en el verano que me dejo atrás, el verano de mis 31 años, en éste verano han ocurrido cosas muy bonitas, también he llorado bastante más de lo habitual en éstos tiempos; se preparan cambios. He tomado el sol del verano de 2010, eso nunca más lo haré. Ha habido despedidas dolorosas y reencuentros, ha habido tedio, diversión, amor, mar, desorientación, reubicación, ha habido conchas y helados, palabras, ginebra a poquito a poco, suspiros, recuerdos, reproches, sueños, deseos, añoranza. He llegado a cansarme mucho, muchísimo, a no querer despertar mas de una mañana, me hacían falta 1000 horas de sueño y no era posible; quería hibernar e ir al mar, quería…
Ahora estoy lleno de colores que no tengo tiempo de poner en su sitio, de besos que me tengo que guardar amontonados para dejarlos salir una vez por semana, de abrazos. Pronto se nos echará encima la Navidad, llenita de nostalgia, de faltas, de novedades. Prepararé cosas y saldré, lloraré, me divertiré, me acordaré de tantos momentos…Esto se llama nostalgia, si señor, es la tarde de hoy quizá, fue la de ayer. No, la tarde que es aún no ha llegado.
Mi perro mirará cómo decoramos de nuevo el árbol, bueno, yo solito, mis padres ya no hacen nada (mi padre nunca, desde luego) y mi hermana éste año ya no está, se casó en verano, ahora es independiente. Supongo que habrá chocolatinas y prepararé vieiras al horno el día 31 de Diciembre, tomaré las uvas y me iré corriendo buscando a mi amor para darle un beso de año nuevo y aprovecharle hasta el máximo antes de volverme a despedir, porque nunca me quiero ir, pero me voy; porque nunca quiere que me vaya, pero me deja marchar.
Hoy es un día para recordar, vaya que sí, mis recuerdos están alborotados como demonios libres en un día de viento y polvo, me va a costar mucho trabajo conseguir recoger hasta el último, para volver a dejarlos en su lugar, hasta… No lo sé.

domingo, 3 de octubre de 2010

Crujiente Otoño


Crujiente Otoño que me regalas un año más, tú me ves pero pasas sin mirarme, dejas que te disfrute y me desprecias, y no te importa no encontrarme un año más, si un día faltase. Debe de seguir habiendo otoños para los demás, y los árboles necesitan desvestirse cuando llegues hasta ellos, como mujeres solitarias que esperan un amante evasivo, se despojan de todo al sentirte y se duermen mientras pasas.
Se hace indispensable dedicarte éste momento, es la hora. Los paraguas se abren a tu paso como flores enlutadas que florecen de golpe, triste y tranquilamente, y llueves. Me haces recordar, me haces entristecer un poco, pero no puedo evitar amarte. Te ha recorrido el niño que fui llenándome de todo cuanto me deparabas, camino del colegio, mirando los arroyuelos de agua fría que corrían hasta las alcantarillas, sintiendo mi cara fresca y mi nariz dormida; buscando los arcoíris que se formaban en el asfalto cuando el agua corría mezclada con los aceites de los coches, arcoíris nacarados que vivían en el suelo de mis otoños queridos de la niñez. Hay tareas que hacer y estudio en mi habitación, pero tú sigues ahí, otoño persistente, tras la ventana. Rayas los cristales con tus tímidas gotas que reclaman mi atención, y me distraigo; al fin y al cabo sólo soy un niño.
Me asomo a la ventana y huelo a ti, el día es seco, pero llegaste el 23 y yo lo sé, aunque te escondas el aire lleva tu aroma, con un toque de humedad y cambio inconfundible. Me siento lleno de nostalgia. Queda atrás y olvido aquel día de sol de junio en que mi abuela lavaba los sofás y las sillas, lo sacaba todo al patio y pintaba la casa. Mi madre cocinaba algún guiso con el que me cuidaba y yo lo olía, un día sin colegio, asomado a la ventana con el sol tostando mi cabecita mirando ese patio lleno de muebles y escuchando a mamá cantar “Yo no soy esa” mientras pensaba: Qué bien, tengo un día entero para hacer cosas, ¡cuánto voy a jugar hoy!.
Querido y crujiente otoño, te estaba esperando.

viernes, 1 de octubre de 2010

El festín de Babette


Ésta es una película de demasiado buen gusto, tanto, que no es fácil que agrade a cualquiera. Es danesa, y obtuvo el premio de la academia a mejor película de habla no inglesa en 1988. Aunque pocas personas conozcan éste film, sentó precedentes en el cine, y se ha copiado y vuelto a copiar su esencia, que trata de cómo a través del sentido del gusto se puede llegar al corazón de las personas, y se puede dar la vuelta a diferentes situaciones, claro está, que en otros filmes al respecto se le ha dado diferentes tonalidades al tema para hacerlas más vistosas al público.
No hace mucho Catherine Zeta Jones protagonizó un film con éste tema, está la famosísima (y también nominada al mismo premio de la academia) “Como agua para chocolate”, basada en la novela del mismo título que es ya considerada casi un clásico. Está “Tomates verdes fritos” en que se mezclan el tema culinario con la historia que acontece, la muy reciente “Julie y Julia”, protagonizada por la incansable Meryl Streep, basada en hechos reales, alegre, colorista, positiva y muy recomendable también, y muchísimas más.
Ésta es una historia sobria, elegante, muy religiosa, llena de bondad y de valores, que cuenta cómo a la vida de dos hermanas solteras muy puritanas y piadosas, llega Babette tras la revolución francesa, buscando refugio en su pequeña isla danesa, portando una carta de recomendación que traerá diferentes recuerdos a las dos hermanas, y cómo la acogen con resignación y algo de inquietud, acostumbrándose a su compañía y buen hacer mientras la historia te va paseando por el pasado de ambas hermanas y por la historia religiosa de la pequeña isla, en donde una comunidad en aparente buen hermandad, también está llena de rencorosos secretos que acaban superando en una unida comida que ofrece la protagonista (ya veréis por qué), y que lleva tras de sí un enternecedor trasfondo, que acaba transformando las simples almas que bajo el seno protector de ambas hermanas resisten calmadas sus impulsos.
Para mí (y para muchos) ésta película, obra de arte donde las haya, discurre perfecta y serena llenándote de tranquilidad mientras la ves, porque en ésta historia algo triste, dulce y conmovedora, llena de amor al prójimo, no cabe mal alguno para aquellos que como ninfas viejas y oscuras la habitan.
La recomendación de éste film tan conmovedor y especial se la dedico a la hermana Sor Cecilia, a quien he conocido en su tierno blog “estoyatuladosorcecilia.blogspot.com”, que recomiendo a quien guste de pasear por tan tranquilo lugar, ya que ella me ha inspirado el recomendar una película de éstas características, que tengo alojada en mi memoria desde la primera vez que la vi, y cuya bondad y cariño me ha traído precisamente éstos recuerdos, que siento, cada vez que visito su blog. Un abrazo SINCERO Sor Cecilia.

jueves, 30 de septiembre de 2010

El pollo rosa


Ésta pequeña historia forma parte de mi niñez, de las que tantas otras ya he olvidado. Apenas recordaba ésta, pero mientras tomaba café me ha venido a la mente como “una pedrada”, y no he podido evitar el tener que sentarme a “rescatar” mi recuerdo antes de que se vuelva a desvanecer.
Yo fui un niño muy especial, debéis creerlo porque lo digo yo, jj, y siempre tuve una conexión muy especial con mi madre, a quien adoraba, al contrario que mi padre con el que apenas he mantenido relación, ya que aún siendo lo buen padre que ha podido, siempre se ha mantenido distante, gruñón, y poco comunicativo. Mamá era muy bonita, para todos los niños su madre lo es, pero al crecer me he dado cuenta de que mi madre era reálmente bonita, para mí y para el resto de niños que compartieron mi infancia; tenía una cara bonita, una piel suave y blanca, una nariz pequeña ( que he heredado) , unos ojos muy dulces y un maravilloso y abundante pelo, largo y castaño claro que se ondulaba en sus extremos. Tenía (y sigue teniendo) un cuerpo bastante bonito que casi mantiene hoy a pesar de su edad, y yo la miraba deslumbrado cada vez que venía a recogerme al colegio, lleno de orgullo, porque mi madre era la más bonita de las madres que esperaban a la puerta del colegio.
La historia del pollo es corta. Jjj.
Un día bajé al mercado con ella, era muy pequeño, el caso es que fue la primera vez que vi aquello, que no la última. A pesar de todo mis padres eran unas personas muy prácticas y muy de campo, sencillos y humildes, y no se andaban con muchos rodeos a la hora de que mirásemos algunas verdades a la cara.
En una caja, en uno de los puestos del mercado, donde vendían huevos y otra clase de animales, había un montón de pollitos de todos los colores, -¡santo cielo!- pensé, - ¡pollitos de colores!. Yo nunca he sido un niño que pidiera mucho, me conformaba bastante con lo que me daban, y si pedía para mí, pedía también para mi hermana. Pero aquel día me daba igual mi hermana, quería uno de esos pollos a cualquier precio, me gustó especiálmente el de color rosa (me encanta el rosa de toda la vida, me parece un color de broma y divertido). Pedí el pollo muy seriamente: -Mamá, quiero un pollo rosa.
Mi madre lo pensó, me miró y me dijo: -¿Y qué vamos a hacer con él cuando crezca?, si es gallina nos lo podremos quedar ya que al menos pondrá huevos, pero si sale pollo, habrá que matarlo para comer, ¿para qué queremos un pollo?.
Teníamos un patio inmenso y un terreno tras la casa donde mi “pollo rosa” podría vivir feliz, no pensaba en otra cosa, así que volví a insistir sin dar explicaciones. Mi madre accedió y escogí mi pollo rosa, con el que me fui muy contento a casa.
En mi vida he tenido muchísimas desilusiones, dos de ellas fueron las siguientes:
1ª. El pollo creció y mudó las plumas, o sea que no era verdaderamente rosa, me sentí ultrajado y crédulo, estafado, desengañado de la vida: No existen los pollos de colores.
2ª. El pollo resultó ser macho, y mamá cumplió su promesa. No nos podíamos quedar el pollo si era macho.
Sufrí las consecuencias de mi elección, tuve una decepción y me quedé sin pollo, pero a pesar de todo lo superé, ¿o no?. ;-)

miércoles, 29 de septiembre de 2010

LA DIVA "ALTERNATIVA"


Se llama Catherine Deneuve, agregadla si os gusta el cine, no os va a defraudar. El celuloide es su trono desde que rodara “Los paraguas de Cherburgo”, y a partir de ahí ha pasado por las manos de directores como Roman Polanski, Lars Von Trier, Jacques Demy, Jean Paul Rappeneau, Regis Wargnier, FranÇois Truffaut, André Téchiné, Manoel de Oliveira, Dino Risi, o el mismísimo Buñuel (por citar sólo unos pocos) de quien fue musa en “Tristana”, “La mujer con botas rojas” y la inigualable “Belle de Jour (Bella de día)”.
Ha sido la imagen más duradera de “Channel”, se ha llevado la “Copa Volpi” en más de una ocasión, el césar francés a la mejor actriz, e incluso estuvo nominada al oscar por “Indochina”. Mujer y actriz amante del teatro y el cine, inteligente, bella, autodidacta, distinguida, que no quiso prodigarse por Hollywood porque a veces, venderse caro es venderse barato. Así que en Europa ha rodado cine de gran calidad ésta “belleza de hielo”, como la conocen en Francia, heroína del cine independiente, musa del 7º arte, quien no para de satisfacerme, fílmicamente, año tras año, desde que la descubrí hace ya mucho.
En la historia del cine, está escrito su nombre, sin pretensiones, con mucha clase y talento, con una elegancia, profesionalidad y glamour, que verdaderamente no existirían apenas ya en el mundo del cine de no ser por Catherine Deneuve.
Deneuve no es una estrella, es un inmenso satélite de hielo y cristales que gira fílmicamente alrededor de la tierra, icono cultural de un gran sector que nos enriquece a todos con su diversidad y colorido, y sobre todo, que sabe hacer magistralmente el trabajo al que se dedica ésta Diva “alternativa”.

martes, 28 de septiembre de 2010

Los paraguas de Cherburgo

Para inaugurar una sección dedicada al cine, que voy a ir “intercalando” y compartiendo con quien guste en éste blog, voy a escoger una de las más “exquisitas” experiencias que el cine me ha brindado: Los paraguas de Cherburgo.
En mi siguiente entrada dejaré la impresión que su protagonista me causa, actriz entre las actrices casi desde que tuvo conocimiento, perfecta y bella, dulce y fría, única.
El autor de éste film (recientemente rescatado en España en dvd, restaurada totalmente en sonido e imagen gracias a “divisa”, recuperados sus maravillosos colores originales, fue un éxito en su estreno internacional, a pesar de ser absolutamente cantada, y en su idioma original, el francés, forma que me parece “intocable” si queremos garantizarle el respeto que se le debe. Su realización fue la realización del sueño de su director, Jacques Demy, de hacer una película así, en donde la música mueve cada sentimiento, una maravillosa música de Michel Legrand que obtuvo la nominación al oscar y que se ha convertido en una banda sonora histórica. Cada color en éste “cuento” no es casual, todo está a juego, cada color va unido a un estado y a un movimiento, en unas tomas camaleónicas que van cambiando y absorbiéndonos, mientras nos emociona lo absoluto y antiguo de una historia de amor y desamor. Sinceramente lloré viendo ésta película a la vez que reí, la he visto con muchos seres queridos, que siempre me han agradecido su descubrimiento, y no conozco a nadie que la haya visto y no le haya encantado, sinceramente. Espero, que si la veis, compartáis conmigo vuestra impresión, me sentiré muy agradecido, sed valientes, ¡está subtitulada al castellano!, os gustará ;-)
“Prefiero idealizar la realidad, sino, ¿para qué ir al cine?”
Jacques Demy

lunes, 27 de septiembre de 2010

Noche fría; tierra quemada


Acompáñame un momento
En ésta noche fría,
Yo seré tu estrella
Yo seré tu guía.
Yo te abrazaré cuando el tiempo nos alcance,
Yo te besaré cuando sientas que no llegas
Yo tu fuerza alentaré, y tus miedos calmaré,
Yo, cuando no puedas más, contigo me sentaré.
Hoy voy a acercarme a ti
Para quererte,
Me das la mano, y así
Siento tenerte.
Yo contigo lloraré cuando el mundo te haga daño,
Te llevaré junto a mí donde no llegue dolor,
Donde nadie nos encuentre, donde nadie nos destroce,
Donde todas las tristezas se mueran en el amor.
Haz tu maleta, cariño,
Que yo te llevo hasta el tren,
Y te beso en el andén
Como si fueras un niño.
Yo doraré las mañanas, cuando necesites luz,
Yo cerraré las persianas si no quieres despertar,
Te abrazaré y dormiremos si lo quieres tú,
Te alentaré a levantarte para caminar…
Acompáñame un momento
Por ésta tierra quemada,
Yo sembraré antes de tí
Hierba para tu mirada.