Voy a contar una historia que me fascina, la de Adela H (Adèle Hugo 1830-1915)
Su vida fue larga y su historia extraña y triste, una locura y una perdición, en su diario escribió:
-Eso tan increíble de hacer, que una joven cruce el océano y pase del viejo mundo al nuevo, para volver a reunirse con su amante; eso lo haré yo.
Se ha escrito y hablado mucho sobre ésta mujer tan particular, en 1975 Truffaut realizó un film acerca de esa parte de su vida con el título, en castellano, de "Diario íntimo de Adela H" que tuvo una gran acogida sobre todo por parte de la crítica y que es muy desconocida para la gente joven y que obtuvo una nominación al óscar para su actriz protagonista, la bella Isabel Adjani, (a la izquierda la portada de la edición española en dvd con su protagonista; a la derecha en un retrato antigüo Adèle Hugo).
"Adela H" se hizo llamar en su peregrinaje lejos de casa, obviando el resto de su apellido para evitar sospechas entre las gentes con las que daba en su camino, ya que su padre fue nada menos que Víctor Hugo (Nuestra Señora de París, Los Miserables) uno de los más grandes escritores franceses y de toda la historia de la literatura, que en aquellos años ya era toda una leyenda.
Tuvo 4 hermanos más, uno falleció al poco de nacer, una hermana, Leopoldine, que murió trágicamente ahogada en un naufragio en el Sena junto a su recién contraido esposo a los 19 años, suceso que marcó la vida de Adèle y de su padre, que vivió al margen de todo durante al menos 3 años, y dos hermanos más que fallecieron antes que Víctor Hugo que falleció en 1885, 30 años antes que su última hija, Adèle.
Se hablaba mucho acerca del genio de Adèle, heredado de su padre, para el arte, para la literatura y sobre todo para la música, perdido en su locura personal amorosa que la arrastró por tantos lugares llevándola a perder la razón.
Adèle se enamoró de un hombre que no la quiso ni aún por su fortuna y que se alistó para escapar y evitarla, y poder llevar una vida disipada "de puerto en puerto" como se dice, atendiéndose a sí mismo y a su carrera militar, y ciudad donde era destinado, ciudad donde Adèle se instalaba con la esperanza de volver a verlo, viviendo de las asignaciones que su padre le enviaba a cada hogar acompañadas siempre de cartas que pedían su regreso e informaban de la situación familiar y el escándalo social que se le intentaba evitar.
Gastaba toda esa asignación en papel para su diario y sus cartas, pagar sus alojamientos e incluso pagar deudas y vicios al hombre que la despreciaba, llegando incluso a "regalarle" a una prostituta para que la disfrutara libremente.
Gastaba toda esa asignación en papel para su diario y sus cartas, pagar sus alojamientos e incluso pagar deudas y vicios al hombre que la despreciaba, llegando incluso a "regalarle" a una prostituta para que la disfrutara libremente.
Resulta extraño un amor tan enfermizo, una adicción tan fuerte y una dependencia tan extrema por algo en concreto, ¿tanto y de tal manera se puede llegar a amar?, no sé si es amor, pero sí que una persona deja de existir, prácticamente, al llegar a ese extremo.
En uno de los destinos al que siguió a su amante, en unas islas, creo, no sé exactamente si al caribe, enfermó de fiebres y perdió la cabeza por completo.
Volvió a casa enferma gracias a una mujer que no desconocía el apellido "Hugo", e ingresó en una casa para enfermos mentales donde murió a avanzada edad en 1915, sin pena ni gloria, en pleno estallido de la primera guerra mundial.