jueves, 14 de octubre de 2010
Oscura Edith
Quiero volver a ver como tus manos, mariposas nocturnas nacaradas vuelan alrededor de tu semblante mientras cantas a la muerte, oscura Edith, una y otra vez.
Eres una Diva fantasmal que me hipnotiza, con tu voz, que parece salida de lo más hondo de una mina de carbón, humilde loca comprendida, reprendida y respetada, que quiso, creyendo en Dios, arrepentirse y ya fue tarde para tu carne maltratada. Pero como tú, oscura Edith, creíste en Dios, con él estás.
Quiero volver a ver tu cruz, colgando sobre tus pechos, brillante y estática, que parece que te escuche igual que yo; pero si hago eso, no podré cerrar los ojos mientras escucho tu voz, tal como me gusta, oscura Edith, porque así es como te siento, en la profunda negrura que imagino cuando desconectando de mi alrededor tarareo muy bajito a tu compás “Non, je ne regrette rien”, y sé que si no te arrepientes de nada, es, porque creyendo en la redención aceptas tu falta, la admites, y te dispones a empezar de nuevo, el tiempo de vida que te quede.
Oscura diva fantasmal de voz del alma, eres Europa y tú misma, como una flor, que aún crecida detrás de un pozo sigue siendo bella y oliendo igual de bien que cualquier otra; humilde y despiadada Edith, valiente e inconsciente Edith, frágil y dura Edith que estás entre los muertos. Aún te escuchamos los vivos y sabemos lo que tú quisiste, oscura Edith.
Descansa en paz
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Que bonito niño, hace poco le dediqué un post pero a su marido
ResponderEliminarUn beso
Muy lindo tu homenaje a esta voz tan maravillosa, y tan original. Abrazos
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