domingo, 24 de octubre de 2010
Tess
Voy a contar una historia real, una de las más bonitas y tristes que quizás he conocido en mi vida, de ella surgió un clásico de la literatura y otro del cine. Más adelante, en otra entrada, daré los datos de ésta historia. Ahora voy a hablar del lugar que anduvieron aquellos pasos, de los pastos que susurraron al contacto con una falda vieja, de las ilusiones que existieron en un corazón, de caminos, del crujido de un sueño roto, y de las verdades asesinas de una mujer atrapada en una época. Bajo el cielo que vio aquel destino seguimos estando también nosotros, es el mismo color, la misma distancia, iguales nubes, otra época…
Hay una muchacha muy bonita tendida bajo un árbol, al anochecer, en un bosque medio deshojado por el otoño, hace frío, la niebla comienza a levantarse, se prepara para dormir después de andar y andar, de trabajar, cavar la fría tierra de Inglaterra sacando patatas y remolachas para luego de un largo día de trabajo, calentar su cuerpo con algo de caldo y pan, va buscando algo, empieza a llorar tendida allí, y cubriéndose la cara con la mano, susurra: “Todo es vanidad”.
Quisiera poder encontrarla en el tiempo, darle la mano, guiarla y decirle que no es así, apoyarla en su lucha un poco más, lo justo para sobrevivir y escapar de aquello, lo justo para iluminarla con una sola esperanza, y cambiar su muerte por una vida primero. Quizá pensara que su lugar estaba más allá de las cancelas de un viejo cementerio, donde descansan los huesos de sus antepasados vigilados por cipreses y serios crucifijos de piedra y madera. Podría hacer saltar su vista con el pensamiento, más allá de las tapias de aquellos viejos cementerios que ya no existen; podría andar un poco con ella para que pudiese hablar y llorar, podría hacerla reír; podría compartir un solo sueño suyo y decirle lo valiosa que es. Podría regalarle un espejo y decirle que su bello reflejo no es un castigo, podría llevarle chocolate, darle con mis palabras un lugar a donde ir, un destino, regalarle la idea que no se le pudo ocurrir entre tantas tristezas, y asustar la soledad a nuestro paso por aquellos senderos pardos y durmientes. Podría decirle cómo se acaban por dejar atrás las malas rachas, como se aprende a vivir con una herida, cómo de dulce puede ser la vida nueva cuando se está dispuesto a continuar y encontrarla, qué es una violación y qué es recuperarse, qué es perder a un hijo, qué es enamorarse y ser correspondido, qué es soñar y ver cómo se hace realidad mucho de lo que deseamos si no nos dejamos caer llorando en la tierra desilusionados. Podría abrazarla y decirle al oído: -Se acabó pequeña, ya no tienes que llorar, estás viva. Pero no puedo decirle nada porque la ahorcaron aquel último invierno y su destino se cerró en torno a su cuello.
Ya hoy no puede volver a ser una tragedia ser mujer, ser negro, indio… Ser homosexual, ser inteligente y sensible y pertenecer a la más baja de las clases, eso tenemos que enterrarlo cueste lo que cueste para que no vuelva a existir jamás.
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No debería ser una tragedia, desde luego. Afortunadamente, los tiempos van cambiando y las mentalidades también, aunque todavía quedan muchos "retrógrados" por aquí.
ResponderEliminarNo sé si te refieres a la Tess de la película de Polanski...
Abrazos
Sin duda lo razonable es que no vuelvan a ocurrir este tipo de injusticias, pero habría que plantearse antes si el ser humano atiende a razones y bajo qué condiciones. ¿Entiende un mundo solidario y pacífico?
ResponderEliminarComo dice Ligia, la mentalidad está cambiando, pero no nos confiemos, que hay mucho retrógrado en la antesala esperando su oportunidad (como cuando hay una crisis y empiezan recortando los gastos sociales).
Besosss
Mi querido amigo...
ResponderEliminarA medida que iba leyendo esta historia, me iba imaginando los personajes y todo lo demas... Me iba emocionando de a poquito por mezclar dos epocas, ambas desconocidas para ambos y me gusto... pero en un momento siento que se me cerro el pecho, como un golpe bajo al final de la historia, pues, la verdad, me dio tristeza (quizas sea demasiado sensible yo), pero la verdad es que me encanto leerte y tomarme estos momentos en tu blog.
Mis felicitaciones mas sinceras!!
Un abrazo muy grande!
Es una suerte vivir en esta época donde las etiquetas no marquen nuestro destino pero aún hay mucho camino que recorrer y mucho por hacer para que en cualquier parte del mundo ún ser humano sea eso un ser humano sin que su condición de mujer, homosexual, negro, blanco, ateo, cristiano, musulman, etc, etc. marquen su destino
ResponderEliminarUn beso y ¡Quiero más!
Tiempos vendran que sea realidad , lo que espresas de igualdades totales.
ResponderEliminarLentamente se va dando, cuanto mas seamos MEJOR!!!!!
Que la semana que comienza te sea grata!!!!
Cariños
"Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano."
Isaac Newton